viernes, febrero 13

Respuesta a Jimmy



El día de hoy en las páginas de opiniones de La Razón escribe mi amigo Jaime Iturri Salmon (Jimmy) sobre la obra "La nación Clandestina"(1989) del maestro Jorge Sanjinés. En lo que coincidimos con él es en la calidad del film y de que se trata de su película más lograda; en lo que no estamos de acuerdo es la visión de Jimmy de que la década neoliberal fue similar frente a la cultura, al periodo dictatorial de Franco en España, porque si bien fueron años duros, a la distancia, resulta que en esos años a pesar de la mordaza liberal, en cine tuvimos mejores días que los que vivimos ahora, porque no había una cacería, porque se respetaba un poco más la Ley de Cine, funcionaba el fondo de fomento, el estado pagaba las cuotas de programa Ibermedia, y había una conciencia en varios sectores de la importancia de cine y la cultura para el desarrollo de nuestra cultura. Hoy en día la urgencia política del proceso les impide a lo gobernantes ver la importancia de lo cultural; no es casual, de que este proceso no vaya acompañado de un proceso cultural fuerte que cambie los paradigmas artísticos.
Pero esos son asuntos de los gobernantes.
También escribió Jimmy:
"La película de Marcos Loayza es una comedia, por tanto, no se le puede pedir la lucidez de la obra de Sanjinés; pero es también un recorrido por la idiosincrasia de nuestro país".
Yo personalmente creo que a ninguna película se le puede pedir “lucidez”, porque no son textos que explican las cosas sino las muestran, pueden reflexionar, pero su valor reside justamente en que dialogan con el espectador en niveles diferentes a los de la razón y de la conciencia. Es decir el artista no debería tener como punto de partida la lucidez, porque estaría, generalmente, encorsetando su obra a lo que determina la sociología, la política, la filosofía.

Por otro lado creo además de que en general, el humor y la comedia, pueden ser un espejo más certero, más crítico, más directo y más contundente que los dramas; lo difícil es hacerlo bien.
Pero, carajo, como nos cuesta reírnos de nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario