viernes, noviembre 13
Territorios de espejos marginados.
fotos de
Alejandro Loayza
Territorios
de
espejos marginados.
Son difíciles de entender y explicar muchas cosas en Bolivia.
Porque es un país, que no termina de conformarse como tal, que tiene una sociedad abigarrada y compleja, donde conviven , y mal conviven diversas clases sociales con diferentes y particulares pactos sociales, donde habitan y se relacionan mas de treinta naciones en diferentes pisos ecológicos. Un país que ha vivido casi toda su historia sumergida en diferentes crisis.
Y las cosas no suceden en esta sociedad como se supone que deberían acontecer según indican la diferentes teorías de las varias escuelas de las ciencias sociales, ni suceden como aparentemente funcionan las cosas según indican las diferentes ortodoxias de las ciencias económicas.
Será porque este territorio hasta ahora no encontró su propio centro, por ejemplo en lo que va de nuestra vida republicana cada cierta tiempo movemos la capital o su centro, y todo esto en la paradoja de estar al centro de esta parte del continente, o será por otras cosas, que aun no hemos sido capaces de masticar , pero nos hemos convertido en una sociedad profundamente provinciana que se manifiesta en una particular y manera de ver y de relacionarse con los centros hegemónico de occidente y ha generado una manera particular ,contradictoria ver se así misma.
Y no podemos dejar de anotar que es una sociedad que por la manera de pensar de muchos de nosotros, esta alejada o interpreta de una maneras particular el monoteísmo, el capitalismo y el muchos otros aspectos esenciales del pensamiento; una sociedad que a pesar de ser indudablemente parte del mundo occidental no existen verdades absolutas, donde son muy importantes y cotidianos los lazos sociales y familiares, lo mítico, lo anímico, lo ceremonial y lo festivo.
Y también es difícil también de entender y explicar el ver una sociedad que a pesar de suyo y el de su potencial parecer estar por condena a la pobreza
Una sociedad empero que a pesar de todo eso y de los tiempo en que vivimos, se empeña en cambiar y en encontrarse a sí misma. Un país que tiene un tejido social que recién ahora empieza a mirarse con ojos propios, que por todo ello no deja de cambiar continuamente y moverse en su piel y también en su interior.
Por último apuntar que es una sociedad que se mueve continuamente tanto en sus raíces cuanto en sus estructuras, y se mueve de manera que a lo largo de nuestra historia las cosas han sucedido generalmente mas rápidas de lo que pueden percatarse la generalidad de sus intelectuales y de muchos de sus artistas.
Por todo eso y por otras razones que seguramente cabrían en otro contexto, creo que en esto que se llama Bolivia y en estos días no se puede hablar sobre casi ningún tema con lucidez, ni de lucidez, y menos de pensamientos ordenadores, sino queremos caer en esquematismos o en un pensamiento decimonónico que, salvo respetables excepciones, mas han causado daño y no han hecho sino repetir discursos culturalistas pontificadores en tono de perdonavidas que han inundado de manera inútil y estéril nuestro mundo intelectual.
Y este nuevo siglo el mundo ha cambiado, se ha globalizado, nosotros estamos insertos en esos cambios pero al parecer nosotros nos quedamos al margen de todo eso, la modernidad nos llega filtrada creando distorsiones y nuevos escenarios; por poner solo un ejemplo: lo que en otros lugares seguramente es condenado , perseguido y penado por las leyes como piratería, acá se encuentra organizado en gremios legales que pagan impuestos y constituyen una actividad económica que envuelve a la cotidianidad de casi la totalidad de la sociedad y de la casi nadie puede, a pesar suyo, quedar al margen.
Esa distorsión supuso que la toda la infraestructura de la industria cultural y de el entretenimiento en la practica no existan, o mas bien mal funcionen o lleguen fuertemente distorsionadas.
Y nos queda pendiente tratar de entender o acercarse con seriedad esas distorsiones así como nos queda pendiente es ver como es que asimilamos la globalización, como nos relacionamos con el centro hegemónico desde esta orilla marginal, en la frontera de la aldea global, como habitar y sobrevivir en este espacio. No solo para poder cobrar conciencia de nuestra situación sino para poder resolver cuestiones totalmente prácticas y de logística por ejemplo en este país no se tiene la capacidad de poder cobrar ni un solo centavo de Boliviano, ni de dólar, ni de euro a través de la red de Internet, sino que se lo tienen que hacer mediante un banco extranjero que este en Miami o Suiza.
O por poner otro ejemplo como entender que esta sociedad debe ser una de las que menores conexiones domiciliaras tiene a la red de Internet, pero que no significa que sea una sociedad que tenga menos acceso a la red, sino todo lo contrario porque seguro es uno de los territorios donde en sus áreas urbanas cuenta con la mayor cantidad de lugares públicos con acceso a la conexión a la red de Internet con los costos más bajos.
O tratar de entender como que teniendo una de las industrias televisivas mas empobrecidas en todo el continente tengamos una de las mas altas cantidad de canales abiertos por habitante.
Desde esta frontera de occidente todo el fenómeno cultural llega desarmado, y desmantelado por la insignificancia de nuestro mercado, por poner un solo ejemplo que pueda ilustrarnos vasta ver como en las ciudades para ver las nuevas películas de los circuitos culturales se forman especies de sectas que se reúnen casi de manera clandestina en casas o bares donde pueden ver una copia que uno de los miembros consiguió de extraña manera por la Internet o en mercado negro o la consiguió con algún pariente que llego del extranjero de la misma manera que circulaban los textos prohibidos de mano en mano en los tiempos de dictaduras.
Y como se entenderá en todo ese mecanismo cultural no existen datos ni cifras para saber cuantos y quienes miran que, y solo se pueden sacar conclusiones a través de ciertos signos externos.
Y a pesar que el mundo que para nosotros esta muy lejos y que lo vemos por los canales de televisión de cable, por los pocos textos que llegan y nos traen los que llegan del exterior y por la red de Internet, la gente hace los mas raros esfuerzos por acercarse y pertenecer a él, de poder hacerlo suyo.
Por todo eso al cine que nos ocupa, nosotros lo vemos, tal vez con mirada errada, pero con mas crudeza, a fuerza de tocar fondo, de tener que tejer porvenir desde la desilusión y con las manos vacías , es que hacemos las cosas sin mayores ilusiones, sin manifiestos, al margen de las pantallas comerciales, y de las pantallas culturales.
Intuimos que en el cine en sus maneras de distribuirlo, exhibirlo y verlo han empezado a cambiar ; que ya no va a ser como lo conocemos hoy en día y nunca mas será lo que fue en nuestra juventud: un mundo casi mágico habitado por artistas, especialistas, cinéfilos, críticos , ciclos de directores de culto y películas inalcanzables a las que solo se podían acceder en funciones únicas. Intuición que nace al ver hoy en día como en todas las ciudades de Bolivia en los humildes puestos callejeros , donde venden api para el desayuno (bebida de maíz caliente) a los comensales como bonificación les exhiben en una copia pirata la ultima película de acción que produjo una de las majors, o al ver que en las flotas interprovinciales a los pasajeros se les ofrecen durante el trayecto las ultimas películas de artes marciales, nace al ver los números donde cada año bajan las cifras de espectadores que compran su entrada y también baja la cantidad de películas estrenadas en las salas abiertas y sobre todo disminuyen la variedad de oferta atentando a la calidad de obras que se ven, es decir que cada día se hace mas difícil que se estrene una película que no sea de gran presupuesto que no sea producida por una de las grandes empresas llamadas majors, pero que paradójicamente la gente ve mas películas que antes.
Consientes de que el fenómeno de cine tiene su natural complejidad, su variedad, sus características particulares según cada sociedad y cada momento histórico y su propia historia podemos afirmar, solo como una herramienta que nos sirva aclarar nuestro punto de vista, que en el cine solo hay dos maneras de hacerlo: a partir de la responder la pregunta para que se hacen las películas. Por un lado hay gente que entiende y hace películas e invirtiendo en ello dinero con el principal objetivo de tener utilidades de su dinero invertido y otros que tienen una necesidad expresiva y para realizarla invierten o buscan quien invierta dinero para poder satisfacer esa necesidad expresiva. Y de este razonamiento es que se puede desprender que para los primeros sea mas difícil alcanzar la excelencia expresiva y contrariamente para los segundos sea mas difícil alcanzar la excelencia comercial.
Y eso que llamamos industria cinematográfica es una gran maquinaria donde los primeros la manejan según sus intereses y particularidades con mas o con menos sensibilidad artística según cada caso, y los segundos tratan hacer lo suyo en medio de los intersticios que encuentran o que les permiten en esa inmensa organización económica.
Una inmensa organización económica que se ha ido perfeccionando para hacer dinero con las obras cinematográficas , con la llamada globalización e internacionalización de los capitales y extendiendo en sus territorios de exhibición, donde ahora a diferencia de las épocas doradas del cine ya no hay la posibilidad matemática de que algún producto pueda perder lo invertido, o por lo menos perder significativamente, porque estos días no son como aquellos donde la industria del cine estaba en siete escritorios de siete empresas mayores, ahora los capitales están absolutamente en toda la cadena del mercado y las organizaciones han creado redes complejas que tienen empresas de todo tipo. Empresas donde trabajan sus artistas que aparecen en la pantalla, fabricantes de electrodomésticos donde se ven las películas , fabricas de discos donde sus sellos publicaran las bandas sonoras y los devedes, editoriales donde se publican las novelas en que están basadas las películas, las vidas de los actores que en ellas actúan y las entrevistas a sus directores y productores “mas destacados”, y donde también se publican las revistas que cuentan los chismes y cuentos sobre los mas famosos de aquellas obras que están a punto de estrenarse, y otras publicaciones periódicas donde se cuentan de los detalles de la vida extramatrimonial y sus gustos sexuales de los que mas dotados para el escándalo; empresas de servidores, portales y paginas Web donde se podrá uno conectar y saber mas de los estrenos y producciones, leer las criticas naturalmente favorables o muy poco desfavorables y la ropa que usan las estrellas y todo lo que nuestra curiosidad pueda despertar, además de los bancos que prestaran el dinero para la producción, fundaciones que ayudaran a levantar el dinero de todo el presupuesto, y cadenas de comida rápida o productos masivos para el desayuno que podrán hacer promociones con los personajes de aquellas producciones que requieran una manito en publicidad, grupos de abogados, representantes y empresas de lobby y también, por si fuera necesario productoras pequeñas y otras independientes, distribuidoras alternativas, canales de noticias donde se hablara de sus productos convertidos en noticias, canales que realizaran algún programa de reality show inspirado en la película y canales que emiten todo el día películas que compraran los derechos y emitirán los filmes de su holding. Todo este mecanismo sería perfecto a no ser por un solo detalle que no han podido disfrazar que es el aburrimiento.
Pero no hay que dejarse llevar por la completa desilusión porque es una industria que tiene también se espacio para aquellos que hacen un trabajo “mas audaz”, mas “independiente”, “mas artístico”, o mas particular, que ha creado una red mas pequeña para grupos mas selectos de consumidores, agrupados en nichos de mercado, que incluye revistas, suplementos, portales, festivales y premios que continuamente disparan nuevas estrellas, nuevos descubrimientos, actores rebeldes, nuevos talentos, directores alternativos, redescubrimientos, cinematografías nacionales y películas de culto. Porque no tenemos que olvidarnos de que ahora con la aparición del cable y la red Internet es posible trasmitir varias señales simultaneas para todos los gustos
A todo eso hay que sumarle una ecuación entre los altos costos de producción que tienen una tendencia de bajar sus presupuestos cada día mas, con los altos costos de los presupuestos de publicidad y lanzamiento que cada día crecen mas. Ecuación que se combina con la realidad de que casi todos los estados tiene diversas políticas de protección subsidio y ayudas a sus cinematografías nacionales y como todos sabemos que los capitales hace años que han trascendido fronteras, al final con los mismos capitales mas o menos se cuentan las mismas historias de la misma manera solo que en diferentes idiomas con diferentes ciudades de fondo, es decir pareciera que solo se trata de hacer circular el capital. O en el mejor de los casos a cada territorio lo reconocen por su exotismo: así de la India esperamos y nos entregan historias de amor parecidas a las telenovela s adobadas con canciones y a nosotros nos pedían después de la década revolucionaria de los setenta.
Pero como en Bolivia somos un mercado insignificante, por la poca cantidad de habitantes que viven y tienen muy poca capacidad adquisitiva, somos un lugar que apenas les interesa y que toda esa infraestructura eficiente, funciona como anotamos de una manera particular y perversa porque, por poner un ejemplo: primero llegan los juguetes de fabricación china con los temas de la película que salio al mercado en estados unidos, después el juego de play estation clonado o la ropa usada con las cosas que estaban de moda en esas películas de hace cuatro años atrás, y por último con suerte llega la película en versión pirata de la película o circula en algún canal de cable para una minoría de usuarios.
Pero también hay que ver que la tecnología digital esta permitiendo que los costos para producir y exhibir bajen, no solo por el bajo costo de los equipos de video digital, sino porque el acceso a programas truchos de ultima generación en sonido, edición y efectos adquiridos por promedio de unos veinte euros, y como las salas están también en crisis cada día es mas factible exhibir de manera digital, además de las otras opciones de exhibición alternativa que se abren cada día.
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La pregunta es: ¿que se produce?
Hemos sentimos que, porque vivimos en este territorio, es que nos han demandado cierto tipos de películas , películas que han variado según las diferentes coyunturas. Así en la década de los setenta nos solicitaban películas que reflejen el espíritu de rebeldía revolucionario latinoamericano, películas que se ocuparan de denunciar la difícil situación política y económica de los desposeídos, pero esto, a veces sin ver las reales necesidades expresivas del arte latinoamericano por el que atravesaba nuestro continente después de la triunfante revolución cubana, con los fenómenos del mayo francés, de la masacre mejicana del 68 o de la presencia del guerrillero Ernesto che Guevara en Bolivia; después tenían buena acogida trabajos que eran capaces de “llevar a la pantalla grande” los mismos postulados que tan bien habían funcionado, a primera vista, en el llamado fenómeno de boom de la literatura latinoamericana , así nos convertimos en un lugar de lo real maravilloso, el paraíso del realismo mágico y nuestras pantallas aparecieron personajes que desafiaron todas las leyes físicas posibles.
Posteriormente se crearon las condiciones y las posibilidades de la coproducción coincidente con la fechas de los quinientos años del encuentro entre dos mundos, y los guionistas crearon una serie de personajes españoles o venidos del primer mundo que, con mayor o menor fortuna, pasaban una temporada en estas tierras, vivían un reencuentro con algún familiar sudamericano, una aventura en medio de los lugares mas alejados del continente o se quedaban a vivir definitivamente acá.
Los próximos años eran bien venidas los trabajos que reflejaran las duras condiciones de vida de los marginales, de la calle y el exotismo y la barbarie de los que actúan al margen de la ley como son los narcotraficantes.
Y ahora pareciera que a los autores le solicitan obras que se muestren experimentando y reinventando el leguaje cinematográfico sin importar cuanto se alejen o no del espectador, como si hubiera creado un puente entre los críticos de Paris con los autores de provincia.
También están los cineastas que producen y hacen películas con la ilusión de hacer la misma película de la industria de los grandes estudios que ellos ven en los cines y en la televisión. Y como no logran contar, ni con la tecnología , ni con esos presupuestos lo que les salen son remedos pobres de comedias románticas, de dramas, de ciencia ficción y de policiales que tratan de contar de las misma manera que ellos, solo que con el fondo exótico de nuestras las ciudades, o de la pobreza latinoamericana o se hacen comedias románticas y policiales donde solo se ha cambiando el color y el idioma de los personajes. O se muestra nuestra sociedad como el barrio mas periférico de la sociedad global, donde habitan personajes marginales, narcotraficantes, extremos o revolucionarios bananeros.
Yo creo que cada sociedad según su propio desarrollo y particularidades requiere sus propias historias y quien se las cuente y muestre de una forma particular, para poder proyectarse y comprenderse como sociedad; por eso creo que con el esfuerzo que significa hacer una película en mi país solo queda el camino de tratar de darle a la sociedad películas que en el sentido amplio de la palabra le sean útiles, para conseguir eso no hay recetas ni caminos, pero es necesario mirarse a si mismo, poner los ojos alrededor de uno, meditar esa condición de estar al margen de todas las capitales, casi al margen de occidente donde pertenecemos, es necesario también saber que hay cosas que no podemos dejar de lado como la honestidad del artista, el respeto y cariño por la sociedad y su cultura a la que uno pertenece, por eso creo que de el compromiso social del artista, mas allá de los temas y formas de encararlos es con la excelencia, en la medida que cuanto mas lograda sea la obra mayor utilidad le dará la sociedad a la obra.
Una sociedad que tiene escasa producción cinematográfica, donde no existe ninguna productora que se dedique a la producción ya sea de ficción o de documentales, donde casi el grueso de la producción que se realiza es publicidad y trabajos institucionales ; los directores están casi obligados a crear sus propias empresas productoras para poder realizar su obra y si bien algunos trabajan en coproduccion, lo hacen en general con empresas similares de otros países por lo qué su relación con una industria cinematográfica pareciera casi inexistente, condiciones que sed evidencia al momento de distribuir y exhibir las películas, es decir en rigor de las definiciones la totalidad de la producción nacional por definición seria un cine independiente.
Pero las condiciones y maneras de encarar la producción, así como la manera de abordar las historias en nuestro país ha sufrido un profundo cambio de una generación a otra debido a diversas causas.
La creación de la escuela internacional de cine y televisión de San Antonio de los baños en Cuba hace mas de 20 años, supuso que cada año volvían un par de cineastas dispuesto a trabajar en el campo audiovisual casi inexistente, puso en evidencia la carencia de formación en cada uno de nuestros países donde solo existían departamentos o facultades en las universidades estatales y a partir de ahí es que se crearon escuelas privadas o administradas por fundaciones en las ciudades mas importantes cuyos frutos recién ahora estamos empezando a ver.
Después del estreno en 1979 de la película “Amargo mar “de Antonio Eguino se inicio una reflexión acerca de la necesidad de contar con la ayuda del estado para poder tener una producción estable como la mejor manera de tener un espejo propio, son años en que se dinamiza la cinemateca Boliviana, se crean los premios nacionales “cóndor de plata” y municipal ”Amalia de gallardo”, que mas títulos se publican sobre cine, donde destaca los cuadernos de cine dirigidos por el sacerdote jesuita que luego fuera asesinado Luis Espinal, son los años del auge de los cine clubes “juvenil” y “luminaria”. A lo largo de la siguiente década coincidente con la recuperación de la democracia es que se va redactando y luchando para la aprobación de una ley cinematográfica que cree un fondo de fomento a la producción y medidas protectoras a la actividad, pero cuando finalmente aparece una coyuntura favorable y se dan las condiciones para que el parlamento pueda aprobar la ley, cuando se logra la unida de los cineastas bajo la única consigna de “ley del cine YA” y se consolida un grupo organizado para el lobby y las movilizaciones con la valiosa ayuda de los otros sectores culturales de artistas, actores y músicos, el continente y sobre todo el país se encontraba en pleno auge de las políticas neoliberales que suponen la eliminación de todo impuesto o subsidio para cualquier actividad que no sea “estrictamente necesaria” y se achica el estado, por lo que se aprueba en 1992 una ley del cine que si bien crea una entidad cinematográfica como es el conacine no le da el poder ni el presupuesto para poder ordenar y responsabilizarse como mandaba la ley de toda la actividad audiovisual, y si bien se crea el fondo de fomento lo hace con un criterio de banco comercial con intereses de 8% anual y una mora que llego alcanzar a mas del 30%, el resultado es que en 1995 se da un pequeño boom con mas de cinco estrenos multitudinarios y una veintena de premios, internacionales, de ahí en mas la actividad decae poco a poco hasta quedar el mercado cinematográfico en una situación desastrosa totalmente desfavorable para los productores cinematográficos y el fondo de fomento agotado dejando a gran parte de los cineastas con cuantiosas deudas, y lo único que impidió su muerte fue la participación de Bolivia del programa Ibermedia y el tesón de los cineastas y el empuje de los nuevos realizadores. A pesar de que queda pendiente la tarea de cambiar la ley de cine y las condiciones con los distribuidores y exhibidores, ha surgido una nueva generación de jóvenes a fuerza de empuje y aprovechando los formatos digitales han seguido produciendo y si bien con una calidad muy dispareja, con resultados muy esperanzadores, alcanzando a la fecha un promedio de mas de tres estrenos al año, no es casual que el mayor éxito de taquilla de los últimos años fuera “¿Quién mato a mi llamita blanca” de Rodrigo Bellot precisamente provienes de una de las producciones digitales producida en una de las escuelas de cines.
El largo viaje
Pero en los contenidos de las historias se ha tenido un ciclo mucho mas lento y profundo así las varias maneras que tenemos de entender los temas que se han filmado a lo largo de nuestra corta historia del cine la podemos sintetizar (asumiendo el riesgo que supone siempre eso), siempre con la intención de poder entender las cosas es que podemos verla a través de una relación de amor y de odio entre el campo y la ciudad.
La revolución social de 1952 hizo el intento de solucionar el problema de la multiculturalidad y las diferencias sociales proclamando “una alianza de clases” y así los que vivían en campo dejaron de ser indios ya sean aymaras, quechuas, guaraníes, mojeños, tacanas, etc, para pasar a ser campesinos. En el campo cinematográfico se creo el instituto cinematográfico boliviano que además de realizar noticieros progubernamentales permitió la realización de las primeras películas del cine moderno boliviano …
Las películas bolivianas intentaron de entender esa nueva relación donde el mantenimiento del racismo y las diferencias sociales se convertían en relaciones paradójicas y los cineastas pusieron sus ojos urbanos en el campo: desde el emblemático documental de Jorge Ruiz “Vuelve Sebastiana” (1953) que mira a trabes de los ojos de una niña a una de las naciones mas olvidadas que se niegan a desaparecer como son los chipayas en altiplano; hasta la obra Jorge Sanjines que a lo largo casi todos sus trabajos trato de entender, mostrar y ponerse al servicio de esa “nación clandestina” que vivía de manera paralela, desde la persecución trágica del campesino aymará en busca de venganza del agresor mestizo de “Ukamau” (1966), pasando por la visita infortunada del campesino a la ciudad en busca de ayuda medica de su ser querido en “Yawar Mallku (1969), o la historia de Sebastián Mamani un campesino renegado que regresa a su comunidad en busca de perdón en “La nación clandestina”(1989), hasta una de sus ultimas películas que hace una metáfora de la búsqueda de toda su carrera al contarnos un pedazo de su propia vida donde se muestra el choque y dificultades culturales que enfrenta un grupo de cineastas que al filmar una película quiere reflejar y retratar a la sociedad indígena “para recibir el canto de los pájaros”(1995): Por eso no es para nada casual que el genero que mas veces han recurrido los cineastas, desde los mas clásicos hasta los mas innovadores de las nuevas generaciones , es el de la película de carretera (road movie), un constante intento desde la ciudad de poner los ojos al ciudadano diferente, un constante intento de encontrar la patria en su vasto territorio, un constante intento de encontrar el camino que le depara a la sociedad, o un sentimiento de saber que estamos moviéndonos hacia un lugar que no conocemos. En “mi socio” (Paolo Agazzi, 1982) un camionero de occidente atraviesa el territorio nacional acompañado de un joven de oriente, en la “nación clandestina” (Jorge Sanjines 1989) desde la ciudad el protagonista regresa a su comunidad para encontrar la redención a través del ceremonial, en “Cuestión de fe” (Marcos Loayza, 1995) tres personajes se adentran al medio de la selva trasladando una virgen, inclusive en “Dependencia sexual” (Rodrigo Bellot, 2003) que aborda la temática sexual una de las historias cuenta el viaje que realiza un joven desde su espacio provincial hasta llegar a estudiar a una importante ciudad en los estado unidos. en “quien mato a la llamita blanca” (Rodrigo Bellot, 2006) un par de narcotraficantes de poca monta del altiplano van hasta oriente; Y finalmente una de las ultimas películas “lo mas bonito y mis mejores años” (Martín Boulocq, 2005) nos muestra la impotencia de uno de sus personajes de no poder realizar su viaje.
Las escenas emblemáticas:
También podemos ver a las diferentes cinematografías a través de algunas situaciones recurrentes donde hacen suceder ciertas escenas que las hacen emblemáticas, así por ejemplo son muchas las escenas que trascurren en matrimonios y velorios dentro del cine italiano tal vez producto de la fuerte presencia católica, así como también es conocido el uso del automóvil en innumerables escenas de la iniciación en el amor, de acción y de comedias del cine norteamericano. En esta sociedad casi en todas las películas los personajes por alguna u otra razón terminan bebiendo en algún bar, o bebiendo como si lo hicieran en un bar, y eso mas allá de mostrar una sociedad que bebe en gran cuantía, creo se debe a que esta es una sociedad necesita del ceremonial para dialogar con las zonas mas oscuras de su ser, para poder descender a su propio infierno, como una manera de soportar su difícil condición, para poder convivir con su propia incertidumbre, y también para establecer lazos y parentescos sociales y parafamiliares. Podemos anotar a manera de ejemplos como Antonio Eguino en su obra de los años setenta “Chuquiago” (1977) nombre Aymará de la ciudad de La Paz, nos muestra a su personaje Carloncho, un carismático empleado público, como de manera casi ritualística se emborracha con sus compañeros de trabajo; o Paolo Agazzi en su película “Mi socio” de la década de los ochenta nos presenta al protagonista como se confiesa a si mismo en una bar en medio de la carretera , Mario un oscuro maestro de escuela de un centro minero vive entre personajes que habitan los bares en “American Visa” (2005) de Juan Carlos Valdivia.
Pero a diferencia de otras sociedades, en Bolivia el audiovisual siempre ha tenido un lugar privilegiado dentro de la cultura, el realizar una película es una tarea muy difícil que no se la podría realizar sin la ayuda de un montón de gente cercana al equipo de producción, por lo que es muy difícil hacerlo mal, o tomárselo a la ligera, hay una presión grande, no creo que le perdonarían los amigos, familiares, auspiciadotes y gente involucrada si el resultado no tuviera nada rescatable, por eso mismo el publico, aun cuando cada día es mas escaso, siempre exige y busca además de la calidad de la historia y de cómo esta contada, su relación y compromiso social.
Por ultimo habría que señalar que de manera paralela desde que se reconquistó la democracia y coincidentemente con la aparición del video los indígenas agrupados en una cuantas organizaciones no gubernamentales estos últimos veinticinco años no han dejado de producir y mostrar entre ellos su producciones como parte de un proyecto de afirmación y rescate de su propia identidad.
texto para editorial PAIDOS
Marcos Loayza La Paz, 2007
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